El terreno tortuoso del Priorat, el cultivo en laderas que pueden superar el 30% de desnivel, el suelo de pizarra y la avanzada edad de sus viñedos (las viñas centenarias son nuestro preciado tesoro) son la causa de este magnífico resultado.
La herencia de una cultura vitivinícola pasada de generación en generación y el trabajo conjunto, son lo que nos permiten hoy en día producir un vino de alta calidad, un vino que servimos en vuestra copa con la esperanza de que lo disfrutéis tanto como lo hacemos nosotros.